Estructura del Libro de Job y Resumen



División general...


Como ya había adelantado en algunas entradas anteriores, la división del texto según cómo está escrito es bastante simple. A este respecto, podemos distinguir un prólogo escrito en prosa, el cual corresponde a los primeros dos capítulos; posteriomente se hallan tres ciclos de diálogos poéticos desde Job 3:1 hasta Job 42:9, para terminar con un epílogo histórico también escrito en prosa, desde Job 42:10 al versículo 17.


División según acontecimientos:

Primera parte: El dilema de Job (1.1—2.13)

- I. Las circunstancias de Job 1.1–5
- II. El primer asalto de Satanás 1.6–22
- III. El segundo asalto de Satanás 2.1–10

Segunda parte: Los debates de Job (3.1—37.24)

- I. El primer ciclo de debate 3.1—14.22

A. Primer discurso de Job 3.1–26
B. Primer discurso de Elifaz 4.1—5.27
C. Respuesta de Job a Elifaz 6.1—7.21
D. Primer discurso de Bildad 8.1–22
E. Respuesta de Job a Bildad 9.1—10.22
G. Respuesta de Job a Zofar 12.1—14.22

- II. El segundo ciclo de debate 15.1—21.34

A. Segundo discurso de Elifaz 15.1–35
B. Respuesta de Job a Elifaz 16.1—17.16
C. Segundo discurso de Bildad 18.1–21
D. Respuesta de Job a Bildad 19.1–29
E. Segundo discurso de Zofar 20.1–29
F. Respuesta de Job a Zofar 21.1–34

- III. El tercer ciclo de debate 22.1—26.14

A. Tercer discurso de Elifaz 22.1–30
B. Respuesta de Job a Elifaz 23.1—24.25
C. Tercer discurso de Bildad 25.1–6
D. Respuesta de Job a Bildad 26.1–14

- IV. La defensa final de Job 27.1—31.40

A. Primer monólogo de Job 27.1—28.28
B. Segundo monólogo de Job 29.1—31.40

- V. La solución de Eliú 32.1—37.24

A. Eliú interviene en el debate 32.1–22
B. Primera refutación de Eliú 33.1–3
C. Segunda refutación de Eliú 34.1–37
D. Tercera refutación de Eliú 35.1–16
E. Conclusión de Eliú 36.1—37.24

Tercera parte: La liberación de Job (38.1—42.17)

- I. La primera controversia de Dios con Job 38.1—40.5

A. Primer reto a Job 38.1—40.2
B. Primera respuesta de Job a Dios 40.3–5

- II. La segunda controversia de Dios con Job 40.6—42.6

A. Segundo reto de Dios a Job 40.6—41.34
B. Segunda respuesta de Job a Dios 42.1–6

- III. La liberación de Job y sus amigos 42.7–17


Resumen del Libro de Job


En el principio del libro, el autor destaca las virtudes y las riquezas de su protagonista. Este es descrito como un varón "perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal". También destaca que las riquezas de Job ascendían a un valor mayor que las de todos los orientales.

La familia de Job se constituía por su esposa, sus 7 hijos y 3 hijas, los cuales hacían banquetes en sus casas y festejaban cada cierto tiempo. Luego de estos, Job ofrecía holocausto por ellos, es decir, ofrecía animales en sacrificio a Dios en expiación por los pecados que pudiesen haber cometido sus hijos.

Posterior a esta breve descripción del personaje principal, el lugar de la acción cambia de la tierra al cielo, entendido este último como el lugar espiritual donde habita Jehová Dios y sus ángeles. A este lugar, cierto día, fueron a presentarse los hijos de Dios (misterio númer
o 1, próximamente explicado en una entrada especial), entre los cuales estaba Satanás. Este último, en esta historia, no actúa como en la visión del nuevo testamento, es decir, como la del tentador, sino mas bien como el acusador de la maldad de los hombres, aspecto que también es destacado en apocalipsis 12:10: "Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche".

Jehová mantiene un diálogo con Satanás y le habla sobre su siervo Job, diendo "que no hay otro como él en la tierra". El diablo (del griego "diabolos", que significa calumniador) le responde que Job es un hombre temeroso de Dios solamente porque le ha dado riquezas, y que si no las tuviera no actuaría de esa manera. Dios, en respuesta, le permite a Satanás actuar con la limitación de que no toque a Job.

Una vez fuera de la presencia de Dios, Satanás hizo que los Sabeos o habitantes de Saba (actual Yemen) le quitaran a Job sus quinientas yuntas de bueyes y sus quinientas asnas, que un fuego consumiera a sus siete mil ovejas y a sus pastores, que los Caldeos o habitantes de Caldea (baja Mesopotamia) se robaran sus tres mil camellos, y que la casa en que festejaban sus hijos se derrumbara por un fuerte viento, dando muerte a todos ellos. Por todo esto, Job rasgó su manto, rasuró su cabeza en señal de luto y adoró a Dios postrado en tierra, manteniendose sin pecar.

Luego de esto, Satanás se presentó nuevamente ante Jehová Dios, quién volvió a nombrar a su siervo Job como una persona íntegra. Ante esto, Satanás respondió: "piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida", es decir, que Job llegaría incluso a pecar con ttal de seguir vivo. En respuesta, Jehová nuevamente le permite actuar a Satanás, esta vez bajo la condición de que no matara a Job.

De esta manera, Satanás le produjo a Job lo que la traducción Reina Valera 1960 denomina "sarna maligna", pero que en el idioma original, el hebreo, tiene la idea de una especie de lepra, que le cubría desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza. En vista de esto, su esposa le incita a renegar de Dios y a morirse, sin embargo, Job no quería perder su integridad, porque como le explica a su cónyuge, "¿recibiremos de Dios el bien y el mal no lo recibiremos?". Así Job hizo frente a su enfermedad y a la situación que en menos de un día le llevó a perder todas sus posesiones.

Al saber el estado de
Job, tres de sus amigos acordaron ir a visitarlo a sus tierras, en Uz, y al llegar y verlo de lejos, no lo reconocieron, y lloraron y rasgaron sus mantos y esparcieron polvo sobre sus cabezas en señal de luto. Posterior a esto, se sentaron en tierra durante tres días y tres noches, y ninguno dijo palabra alguna, porque vieron que el dolor de Job era muy grande. Pasado este lapso de tiempo, comienzan los ciclos de debates, en los cuales Job y sus amigos discuten sobre la razón por la cual todo ese mal le sobrevino. Los tres culpan a Job de haber pecado, cada uno desde su punto de vista personal. Job responde a todas sus acusaciones, llegando a convencerlos de su integridad. Es en este momento en el que entra Eliú, el mas joven de todos ellos, el cual acusa a Job por lo que había dicho durante la discusión. Su discurso constituye la antesala de la revelación de Dios.

La revelación de Dios a Job es grandiosa. No contesta las preguntas de Job, antes, por el contrario, le hace a su siervo muchas inquisiciones que le ponen en dificultades (Job 38:1 al 41:34).

Job se da cuenta de lo inadecuado de su actitud, se arrepiente de ella (“Yo conozco que todo lo puedes.... yo hablaba lo que no entendía.... De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven. Por tanto, me aborrezco, y me arrepiento en polvo y ceniza” [Job 42:1–6]). Dios se enoja contra los amigos de Job, pero les perdona cuando éste ora por ellos. Los familiares de Job vienen y le ayudan económicamente. El siervo de Dios termina su vida felizmente, sano, con el doble de las riquezas que antes tenía y con “siete hijos y tres hijas”. Murió “viejo y lleno de días”.


Fuentes: Lockward, A. 2003. Nuevo diccionario de la Biblia. Editorial Unilit: Miami

Douglas, J. 2000. Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion (electronic ed.). Sociedades Biblicas Unidas: Miami

Versículos Clave

" (...)¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos?(...)"

Job 2:10


"Yo sé que mi redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo"

Job 19:25

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