Visión del libro de Job respecto al mundo..


Observando con detención verso a verso...

El libro de Job es uno de los mas importantes dentro de la literatura sapiencial del pueblo hebreo. Su relevancia radica en que rompe el esquema tradicional q
ue se manifiesta en todos los otros libros del tanaj, de que Jehová castiga siempre al "malo" y bendice al "bueno". En este sentido, había una falta de congruencia con la realidad, puesto que la experiencia siempre nos ha señalado que los "malos" no siempre son castigados, y que los "justos" sufren a pesar de sus buenas obras. Teniendo en mente la interrogante ¿Por qué ocurre esto?, es que Job comienza a desarrollar su pensamiento mediante el diálogo con sus amigos, que sin piedad ni consideración de razones, acusan a Joob de gran maldad. Ellos, en efecto, representan el pensamiento tradicional con respecto a la justicia de Dios, por lo cual discuten con Job. En su principio, el libro de Job se presenta con algo parecido al formato que se usa para los cuentos actuales, el típico "hubo una vez". También nombra el lugar en el que vivía el personaje y describe sus características mas importantes. Todo esto se da tan directa y explícitamente que leyendo el versículo 1 del capítulo primero, uno ya puede formarse un cuadro general sobre la historia. "Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal"

Job 1:1

En cierto modo el autor comienza estereotipando la vida de Job, puesto que después del verso citado, describe las riquezas del personaje, pudiendo establecerse directa relación entre la posesión de bienes o la bendición, con el hecho de que Job era un hombre perfecto y recto. Esta, por cierto, corresponde a la visión "tradicional" de la justicia de Dios.

Sin embargo desde los versos 14 al 19 ocurre lo impensado: Dios autoriza a Satanás para que este le quite a Job todas sus posesiones, incluyendo a sus hijos. De esta manera, se produce una sucesión de hechos fatídicos y robos, que son informados a Job por mensajeros, únicos sobrevivientes de las tragedias. Primero le informan que los sabeos robaron sus bueyes y sus asnas y mataron a todos los criados menos al menos al mensajero, el segundo le informa que fuego de Dios cayó del cielo y consumió a todas las ovejas y sus pastores, pudiendo escapar sólo el que le hablaba, el tercero le informó de que los caldeos le robaron sus camellos y mataron a los criados, pudiendo escapar sólo el que le daba la noticia, y por último y mas terrible, Job es informado que sus hijos e hijas comían y bebían en la casa del primogénito, y vino un viento muy fuerte y derribó la casa, dando muerte a todos sus hijos.

Luego de todo esto, Job no se encendió en ira contra Dios, sino que aceptó los designios de Dios para su vida, postrándose en tierra y adorándole. Esto demostraba que el temor de Dios que sentía Job no se fundamentaba en las bendiciones y posesiones materiales que Jehová le había dado, sino que realmente él lo sentía de corazón.

"Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró,

y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.

En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios despropósito alguno."

Job 1:20-22

Sin embargo, Satanás no se conformaría con ello, puesto que cuando Dios le volvió a hablar de Job , pidió que se le concediera el tocar "su hueso y su carne", puesto que "todo lo que el hombre tiene dará por su vida". Una vez concedido fue e hirió a Job con una sarna maligna, que los estudiosos del tanaj identifican con una especie de lepra, pero no pecó contra Dios. De hecho, incluso su esposa le incita a pecar:

"Entonces le dijo su mujer: ¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete."

Job 2:9

Pero Job le contesta con la sabiduría y la rectitud con la que se nos había descrito a Job, pero de la que aún no éramos testigos:

"Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios."

Job 2:10

Ahora, ¿Cómo nos ayuda esto a comprender la visión de mundo de Job?. Tanto lo que él dice como sus actitudes hablan bastante de sus pensamientos. En primer lugar, Job ve que tanto lo que le ocurra a él como a los demás depende de Dios, que todo está bajo su control, y que el hombre no puede hacer nada ante su voluntad, en otras palabras, está atado a los designios de Jehová. Es por ello que no adopta una actitud rebelde, porque es un hombre inteligente y sabe que no sacará de ello provecho alguno. Tan sólo le queda esperar la misericordia de Dios, para que le limpie de su enfermedad y le restablezca. Cabe señalar también que el valor que Job le daba a su integridad estaba por encima de aquello que Dios tenía preparado para él, lo que habla de una persona que de verdad tenía temor de Dios, o valoraba en gran manera el ser hallado recto delante de él.

Luego llegan sus amigos, Elifaz Temanita, Bildad Suhita y Zofar Naamanita, quienes comienzan a acusar a Job de haber cometido algún pecado grave por el cual fue juzgado por Dios. Cada uno desde un punto de vista diferente: Elifaz desde la perspectiva de la experiencia, el cual era su punto fuerte puesto que era el mas viejo; Bildad desde el punto de vista de la tradición, Zofar desde su moralismo y Eliú desde el punto de vista de la juventud, que tiene como desventaja el juzgar según las apariencias. Ellos en su conjunto defienden la teoría de la causa y consecuencia, esto es, que los malos son siempre castigados y los buenos son siempre recompensado, sin embargo esto no concuerda con lo que ocurre en la realidad. De esto se da cuenta y en el capítulo 21 su respuesta se basa en que los malos prosperan. Es en este momento cuando se produce el quiebre principal de la literatura hebrea: Dios pasa de ser un ente en el cual podemos confiar para que premie a los buenos y castigue a los malos (y desde punto de vista, predecible), a ser considerado un ser supremo y misterioso, cuyos actos responden a razones que nosotros no podemos entender, y que por sobre todo, es soberano y su voluntad va mas allá de lo que podamos hacer o decir, él decide a quién castigar y a quién no. En el libro de Job no se hacen muchas referencias a la vida después de la muerte, por lo cual, quizá, no creían en un juicio después de la muerte: para ellos era importante lo que pasaba en vida.

Toda esta nueva visión que se manifestaba a ojos del pueblo hebreo a través de los diálogos de Job es confirmada con la revelación de Dios mismo a través de un torbellino. En este discurso dicho por Jehová mismo, se exalta su grandeza, mediante la formulación de preguntas. A continuación, un pequeño extracto de este discurso:

"Entonces respondió Jehová a Job desde un torbellino, y dijo:

¿Quién es ése que oscurece el consejo
Con palabras sin sabiduría?

Ahora ciñe como varón tus lomos;
Yo te preguntaré, y tú me contestarás.

¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra?
Házmelo saber, si tienes inteligencia.

¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes?
¿O quién extendió sobre ella cordel?

¿Sobre qué están fundadas sus bases?
¿O quién puso su piedra angular,

Cuando alababan todas las estrellas del alba,
Y se regocijaban todos los hijos de Dios?

¿Quién encerró con puertas el mar,
Cuando se derramaba saliéndose de su seno,

Cuando puse yo nubes por vestidura suya,
Y por su faja oscuridad,

Y establecí sobre él mi decreto,
Le puse puertas y cerrojo,

Y dije: Hasta aquí llegarás, y no pasarás adelante,
Y ahí parará el orgullo de tus olas?"

Job 38:1-11

En estos fragmentos no sólo se confirma la soberanía de Dios sino que da a saber su razón, la causa por la cuál permitió que Job fuera probado tan duramente sin haber cometido un pecado que ameritara tal oprobio. La razón principal fue el que Job se diera cuenta de su propia situación con respecto a Dios, que no hay punto de comparación entre Él y si mismo. Asímismo, no son comparables la sabiduría de Dios con la Job, quién confiesa en el capítulo 42 que habla cosas que no entendía:

"¿Quién es el que oscurece el consejo sin entendimiento?
Por tanto, yo hablaba lo que no entendía;
Cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía."

Job 42:3

De este modo, Jehová se revela como un Dios soberano, que es libre de decidir a quién castigar y cómo, y a quién no, el que se presenta además como el dueño de todo, y como la respuesta detrás de todo fenómeno natural, como la lluvia, la existencia de las estrellas, los dinosaurios a los cuales se les llama como Leviatán y Behemot, etc.

Comentario personal sobre el Libro de Job


Yo Opino que ...

Al leer el libro de Job uno puede darse cuenta de que hay una razón poderosa por la que este texto forme parte de la literatura sagrada de un pueblo. Es una obra transversal, que en su contexto de producción, hace milenios atrás, era de lo mas original que existía, y que permanece vigente hasta hoy. Yo creo que se ha ganado con méritos de sobra, el ser un clásico de la literatura universal, puesto que su contenido y la sabiduría que intenta inculcar en sus lectores, no pasan de moda. Incluso la tradición judeo-cristiana tiene la certeza de que este libro fue inspirado por Dios mismo, como si Él le hubiera dictado al o los autores lo que tenían que escribir. Este pensamiento, por cierto, no se basa en una especie de intuición, sino que se funda en el hecho de que en él se nombran algunos conocimientos verídicos sobre la naturaleza que no fueron conocidos hasta milenios después de haberse escrito este libro. Por ejemplo, en uno de los diálogos se habla de que Dios "hace colgar la tierra sobre nada", y también se habla del peso del viento, una verdad científica no descubierta hasta 1643, con la invención del barómetro por parte de Torricelli.

En lo personal, el libro de Job me ha demostrado una riqueza, no tan sólo léxica, sino también de pensamiento, de sabiduría. Este texto describe excelentemente la visión del pueblo hebreo, al hablar sobre el modo en que ellos comprenden tanto aspectos cotidianos de la vida como lo que para ellos eran grandes misterios. Lo mas impresionante es que este texto no se equivoca, a pesar de la falta de implementos como para comprobar todas las verdades que en él se dicen, la totalidad aquellas aseveraciones fueron descubiertas y confirmadas con el tiempo. Por todo esto, para mí está bastante bien fundado el pensamiento de que este libro fue, efectivamente, inspirado por Dios. Ahora, independiente de este último punto, creo que es un gran libro, que lleva a considerar las pequeñas y grandes verdades de la vida, y que nos deja como moraleja que todo tiene un motivo de ser, aunque no sepamos entenderlo o explicarlo a cabalidad.

Estructura del Libro de Job y Resumen



División general...


Como ya había adelantado en algunas entradas anteriores, la división del texto según cómo está escrito es bastante simple. A este respecto, podemos distinguir un prólogo escrito en prosa, el cual corresponde a los primeros dos capítulos; posteriomente se hallan tres ciclos de diálogos poéticos desde Job 3:1 hasta Job 42:9, para terminar con un epílogo histórico también escrito en prosa, desde Job 42:10 al versículo 17.


División según acontecimientos:

Primera parte: El dilema de Job (1.1—2.13)

- I. Las circunstancias de Job 1.1–5
- II. El primer asalto de Satanás 1.6–22
- III. El segundo asalto de Satanás 2.1–10

Segunda parte: Los debates de Job (3.1—37.24)

- I. El primer ciclo de debate 3.1—14.22

A. Primer discurso de Job 3.1–26
B. Primer discurso de Elifaz 4.1—5.27
C. Respuesta de Job a Elifaz 6.1—7.21
D. Primer discurso de Bildad 8.1–22
E. Respuesta de Job a Bildad 9.1—10.22
G. Respuesta de Job a Zofar 12.1—14.22

- II. El segundo ciclo de debate 15.1—21.34

A. Segundo discurso de Elifaz 15.1–35
B. Respuesta de Job a Elifaz 16.1—17.16
C. Segundo discurso de Bildad 18.1–21
D. Respuesta de Job a Bildad 19.1–29
E. Segundo discurso de Zofar 20.1–29
F. Respuesta de Job a Zofar 21.1–34

- III. El tercer ciclo de debate 22.1—26.14

A. Tercer discurso de Elifaz 22.1–30
B. Respuesta de Job a Elifaz 23.1—24.25
C. Tercer discurso de Bildad 25.1–6
D. Respuesta de Job a Bildad 26.1–14

- IV. La defensa final de Job 27.1—31.40

A. Primer monólogo de Job 27.1—28.28
B. Segundo monólogo de Job 29.1—31.40

- V. La solución de Eliú 32.1—37.24

A. Eliú interviene en el debate 32.1–22
B. Primera refutación de Eliú 33.1–3
C. Segunda refutación de Eliú 34.1–37
D. Tercera refutación de Eliú 35.1–16
E. Conclusión de Eliú 36.1—37.24

Tercera parte: La liberación de Job (38.1—42.17)

- I. La primera controversia de Dios con Job 38.1—40.5

A. Primer reto a Job 38.1—40.2
B. Primera respuesta de Job a Dios 40.3–5

- II. La segunda controversia de Dios con Job 40.6—42.6

A. Segundo reto de Dios a Job 40.6—41.34
B. Segunda respuesta de Job a Dios 42.1–6

- III. La liberación de Job y sus amigos 42.7–17


Resumen del Libro de Job


En el principio del libro, el autor destaca las virtudes y las riquezas de su protagonista. Este es descrito como un varón "perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal". También destaca que las riquezas de Job ascendían a un valor mayor que las de todos los orientales.

La familia de Job se constituía por su esposa, sus 7 hijos y 3 hijas, los cuales hacían banquetes en sus casas y festejaban cada cierto tiempo. Luego de estos, Job ofrecía holocausto por ellos, es decir, ofrecía animales en sacrificio a Dios en expiación por los pecados que pudiesen haber cometido sus hijos.

Posterior a esta breve descripción del personaje principal, el lugar de la acción cambia de la tierra al cielo, entendido este último como el lugar espiritual donde habita Jehová Dios y sus ángeles. A este lugar, cierto día, fueron a presentarse los hijos de Dios (misterio númer
o 1, próximamente explicado en una entrada especial), entre los cuales estaba Satanás. Este último, en esta historia, no actúa como en la visión del nuevo testamento, es decir, como la del tentador, sino mas bien como el acusador de la maldad de los hombres, aspecto que también es destacado en apocalipsis 12:10: "Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche".

Jehová mantiene un diálogo con Satanás y le habla sobre su siervo Job, diendo "que no hay otro como él en la tierra". El diablo (del griego "diabolos", que significa calumniador) le responde que Job es un hombre temeroso de Dios solamente porque le ha dado riquezas, y que si no las tuviera no actuaría de esa manera. Dios, en respuesta, le permite a Satanás actuar con la limitación de que no toque a Job.

Una vez fuera de la presencia de Dios, Satanás hizo que los Sabeos o habitantes de Saba (actual Yemen) le quitaran a Job sus quinientas yuntas de bueyes y sus quinientas asnas, que un fuego consumiera a sus siete mil ovejas y a sus pastores, que los Caldeos o habitantes de Caldea (baja Mesopotamia) se robaran sus tres mil camellos, y que la casa en que festejaban sus hijos se derrumbara por un fuerte viento, dando muerte a todos ellos. Por todo esto, Job rasgó su manto, rasuró su cabeza en señal de luto y adoró a Dios postrado en tierra, manteniendose sin pecar.

Luego de esto, Satanás se presentó nuevamente ante Jehová Dios, quién volvió a nombrar a su siervo Job como una persona íntegra. Ante esto, Satanás respondió: "piel por piel, todo lo que el hombre tiene dará por su vida", es decir, que Job llegaría incluso a pecar con ttal de seguir vivo. En respuesta, Jehová nuevamente le permite actuar a Satanás, esta vez bajo la condición de que no matara a Job.

De esta manera, Satanás le produjo a Job lo que la traducción Reina Valera 1960 denomina "sarna maligna", pero que en el idioma original, el hebreo, tiene la idea de una especie de lepra, que le cubría desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza. En vista de esto, su esposa le incita a renegar de Dios y a morirse, sin embargo, Job no quería perder su integridad, porque como le explica a su cónyuge, "¿recibiremos de Dios el bien y el mal no lo recibiremos?". Así Job hizo frente a su enfermedad y a la situación que en menos de un día le llevó a perder todas sus posesiones.

Al saber el estado de
Job, tres de sus amigos acordaron ir a visitarlo a sus tierras, en Uz, y al llegar y verlo de lejos, no lo reconocieron, y lloraron y rasgaron sus mantos y esparcieron polvo sobre sus cabezas en señal de luto. Posterior a esto, se sentaron en tierra durante tres días y tres noches, y ninguno dijo palabra alguna, porque vieron que el dolor de Job era muy grande. Pasado este lapso de tiempo, comienzan los ciclos de debates, en los cuales Job y sus amigos discuten sobre la razón por la cual todo ese mal le sobrevino. Los tres culpan a Job de haber pecado, cada uno desde su punto de vista personal. Job responde a todas sus acusaciones, llegando a convencerlos de su integridad. Es en este momento en el que entra Eliú, el mas joven de todos ellos, el cual acusa a Job por lo que había dicho durante la discusión. Su discurso constituye la antesala de la revelación de Dios.

La revelación de Dios a Job es grandiosa. No contesta las preguntas de Job, antes, por el contrario, le hace a su siervo muchas inquisiciones que le ponen en dificultades (Job 38:1 al 41:34).

Job se da cuenta de lo inadecuado de su actitud, se arrepiente de ella (“Yo conozco que todo lo puedes.... yo hablaba lo que no entendía.... De oídas te había oído; mas ahora mis ojos te ven. Por tanto, me aborrezco, y me arrepiento en polvo y ceniza” [Job 42:1–6]). Dios se enoja contra los amigos de Job, pero les perdona cuando éste ora por ellos. Los familiares de Job vienen y le ayudan económicamente. El siervo de Dios termina su vida felizmente, sano, con el doble de las riquezas que antes tenía y con “siete hijos y tres hijas”. Murió “viejo y lleno de días”.


Fuentes: Lockward, A. 2003. Nuevo diccionario de la Biblia. Editorial Unilit: Miami

Douglas, J. 2000. Nuevo diccionario Biblico : Primera Edicion (electronic ed.). Sociedades Biblicas Unidas: Miami

Algunos Datos Introductorios (Parte II)



III.- Características de la Obra



El libro de Job corresponde a la poesía mas complicada del tanaj, puesto que en este se encuentran alrededor de 100 palabras hebreas, que no se encuentran en ningún otro texto del Antiguo Testamento. Además de su léxico variado, los eruditos no han logrado acordar a qué clase de género literario pertenece. Sin lugar a dudas es un poema, pero ¿Es un diálogo-debate? ¿O un poema didáctico? ¿O un debate judicial? ¿O una epopeya?, aún no hay acuerdo al respecto.

Con respecto a la estructura del texto, los primeros dos capítulos y el último desde el versículo 7 están escritos en prosa
, y sirven de principio y final, respectivamente, en relación al cuerpo de la obra, que está entre Job 3:1 y Job 42:6, que, por cierto, está escrito en verso. Este fenómeno se trata ampliamente en los comentarios. Muchos lo ven como indicación de diferentes autores. Sin embargo, se debe tomas en cuenta que este estilo de escritura "ABA", era conocido también en otras literaturas antiguas. Un ejemplo es el código de Hammurabi, que tiene un prólogo en poesía, las leyes en prosa y un epílogo en poesía. Otros suponen a partir de este particular que el autor transformó el núcleo de la antigua historia en un magnífico poema, la teoría no puede objetarse, y es muy posible que sea correcta. No hay prueba objetiva de la sugerencia de que otra persona posteriormente añadió la prosa al verso, ya sea que su composición fuese más temprana o más tardía.W. B. Stevenson ha empleado esta teoría para imponer una interpretación no natural del libro. A pesar de que este enigmático libro está lleno de dudas, incluso en cuanto a su estructura, ha sido reconocida como una de las obras mas originales y bien logradas de la literatura universal. Bien dice R. H. Pfeiffer, IOT, 1948, pp. 683s: “Si nuestro poeta está a la altura de los más grandes escritores de la humanidad, como difícilmente se podrá dudar, su genio creador no necesariamente ha tenido que depender de modelos anteriores para la estructura general de su obra … Podemos considerarla como una de las obras poéticas más originales que jamás se hayan escrito. Tan original, en realidad, que no cabe dentro de ninguna de las categorías típicas que haya establecido la crítica literaria… no es exclusivamente lírica… ni épica … ni dramática … ni didáctica, ni reflexiva … a menos que se pretenda hacerlo encajar dentro de una categoría particular.” La convención que determina que Job es parte de la literatura sapiencial heb., y lo coloca junto a Proverbios y Eclesiastés, y lo compara con ciertos escritores “sapienciales egipcios y babilonios se justifica sólo si somos lo suficientemente cuidadosos para tener presente la advertencia de Pfeiffer. A pesar de todo ello, resulta claro que se presenta a Job a sus amigos como miembros de la cofradía de los sabios, que fundamentalmente hablan como tales, y que Eliú se dirige a ellos como corresponde a tal categoría (Job 34:2).

En Israel los sabios trataban de comprender a Dios y sus actos estudiando las grandes uniformidades de la experiencia humana por medio de la razón iluminada por “el temor del Señor”. Proverbios es un típico ejemplo de su comprensión de la vida. Job es una llameante protesta, no tanto contra el concepto básico de Proverbios de que una vida de temor a Dios trae prosperidad, y que los impíos recibirán sufrimiento y destrucción, sino más bien contra la idea de que con ello se logra comprender completamente los caminos de Dios. Job no constituye un tipo; es la excepción que da un mentís a la suposición de que es posible entender completamente la profundidad de la sabiduría de Dios y sus acciones por medio de la experiencia normal.

El cuerpo de la obra está compuesto básicamente por unos diálogos que se celebran en el cielo, entre Dios y Satanás, y en la tierra, entre Job y sus amigos, finalizando con otro entre Dios y Job. El tema que se discute parece ser el sufrimiento del justo, pero en el fondo de todo hay una clara intención de señalar la soberanía de Dios y su control sobre todas las cosas, incluyendo los acontecimientos adversos que sufren lo suyos. Se presentan en Job los acontecimientos paralelos en dos planos diferentes, el cielo y la tierra. El origen de los hechos está en la esfera celeste, pero en la terrenal no se sabe de ello. Eso produce la tensión y el drama que narra Job.

IV.- Sobre los personajes de la obra

El libro de Job, a pesar de estar escrito gran parte en verso, presenta una historia, y algunos de los personajes que van apareciendo tienen una gran trascendencia en la historia. A continuación, una breve descripción de cada uno:

Job (hebreo Iyyôv que significa "Volverse a Dios"): Aparte del libro que lleva su nombre y de las referencias circunstanciales en el libro de Ezequiel 14.14,20 y en la epístola de Santiago 5:11, no tenemos información digna de confianza sobre Job. Es imposible demostrar que las leyendas judías, cristianas y musulmanas sobre Job (estas últimas resumidas en W. B. Stevenson, The Poem of Job, 1947, Capítulo 6, tienen raíces firmen en alguna forma prebíblica del relato. Excepto la tradición acerca de la ubicación del lugar de residencia de Job, que puede no ser más que una inteligente deduccción tomada de la Biblia, nos queda la impresión de que se trata de una fantasía popular o piadosa.

Si identificamos al Daniel (dānı̄˒ēl) de Ez. 14.14, no con el Daniel (dāniyyē˒l) del exilio, sino con la persona mencionada en las inscripciones ugarísticas, podemos fechar con cierta confianza los tres nombres en Ez. 14.14 en una época muy temprana. Si no aceptamos este indicio, no tenemos indicación alguna de la fecha. La ubicación de la tierra de Uz, en la que vivió, es incierta. La tendencia moderna se inclina a considerar que se encontraba en las fronteras de Edom, debido a que ciertas indicaciones en el libro se consideran relacionadas con dicho reino; pero la ubicación tradicional en el Haurán (Basán) es más probable. Job era hombre de gran riqueza y elevada posición social, pero el libro se ocupa tanto en hacer resaltar su lugar entre los sabios que no nos da detalles precisos; sin la menor duda podemos, sin embargo, rechazar las leyendas que afirman que era rey.

Con el permiso de Dios, Satanás le quita su fortuna, sus diez hijos y, finalmente, su salud. No hay certeza con respecto a la enfermedad que lo aquejó, pero las sugerencias principales apuntan a la elefantiasis, el eritema, y la viruela. Este gran desacuerdo se debe a que se mencionan los síntomas en lenguaje altamente poético. Sus parientes y paisanos interpretaron sus desventuras como castigo divino por grandes pecados, y lo arrojaron fuera de la ciudad, de lo que la turba derivó un placer especial. Su esposa aceptó la opinión común, y lo instó a acelerar el fin inevitable maldiciendo a Dios.

Job fue visitado por tres amigos, Elifaz, Bildad y Sofar, también sabios ellos, ricos y poderosos, como lo había sido él. Cuando vieron sus penurias compartieron la opinión popular, y lo único que pudieron hacer fue sentarse en silencio con Job en el estercolero fuera de las puertas de la ciudad durante los siete días de luto por un hombre a quien se daba por muerto. Las expresiones de dolor de Job provocaron una larga y vehemente discusión, que terminó con la intervención verborrágica de un hombre más joven, Eliú. Todo esto revela la falta de validez de la sabiduría y la teología tradicionales cuando se presenta un caso tan excepcional como el de Job. Aunque la falta de comprensión de sus amigos llevó a Job hasta el borde de la desesperación, también lo acercó a Dios y lo preparó para la revelación de la soberanía divina que le trajo la paz. La plebe no pudo comprender su curación, la duplicación de su fortuna, y el don de los diez hijos adicionales.


Elifaz (Dios es victorioso): Es el amigo mas viejo de los que fue a consolar a Job. Es llamado "temanita", o sea, nativo o habitante de Temán. En los tres ciclos de discursos en el libro de Job, Elifaz es siempre el primero que habla. Como sus compañeros, esgrime el punto de vista tradicional de que el sufrimiento es siempre una retribución por pecados cometidos e intenta “defender” a Dios: “¿En dónde han sido destruidos los rectos?... ¿Será el hombre más justo que Dios?” (Job 4:1–21). Exhorta a Job a aceptar el castigo de Dios: “He aquí, bienaventurado es el hombre a quien Dios castiga; por tanto, no menosprecies la corrección del Todopoderoso” (Job 5:17). Cuando habla por segunda vez amonesta a Job: “¿Qué cosa es el hombre para que sea limpio, y para que se justifique el nacido de mujer?... No confíe el iluso en la vanidad” (Job 15:14, 31). En la tercera ocasión hace una defensa de Dios y su justicia: “¿Traerá el hombre provecho a Dios...” (Job 22:2). Mientras que Job es malvado: “Por cierto tu malicia es grande, y tus maldades no tienen fin” (Job 22:5). Job debe arrepentirse: “Vuelve ahora en amistad con él, y tendrás paz” (Job 22:21).

Bildad (Hijo de disención) : Uno de los tres amigos de Job que vinieron a visitarlo y maravillaron por su estado. El calificativo de “suhita” bien podría referirse a que fuera descendiente de Súa, uno de los hijos que Abraham tuvo con Cetura o también podría referirse a una tribu aramea que merodeaba al sudeste de la Tierra Santa.

Buscando explicaciones para los sufrimientos de Job, Bildad habla en tres ocasiones. En la primera ocasión, parece encontrar la clave en los pecados de los hijos de Job: “¿Acaso torcerá Dios el derecho o pervertirá el Todopoderoso la justicia? Si tus hijos pecaron contra él, él los echó en el lugar de su pecado” (Job 8:3–4). En la segunda ocasión le dice a Job que lo que le pasa es el resultado de sus pecados, pues, según él, los malos siempre lo que reciben es castigo y calamidad: “Ciertamente la luz de los impíos será apagada.... Sus pasos vigorosos serán acortados.... Red será echada a sus pies.... Una trampa le aguarda en la senda. De todas partes lo asombrarán temores.... La enfermedad roerá su piel.... Al rey de los espantos será conducido.... Se secarán sus raíces.... De la luz será lanzado a las tinieblas.... No tendrá hijo ni nieto en su pueblo.... Ciertamente tales son las moradas del impío, y este será el lugar del que no conoció a Dios” (Job 18:1–21). En la tercera ocasión habla de la insignificancia de Job ante la grandeza de Dios: “El señorío y el temor están con él.... ¿Tienen sus ejércitos número? ¿Sobre quién no está su luz? ¿Cómo, pues, se justificará el hombre para con Dios?... Ni las estrellas son limpias delante de sus ojos; ¿cuánto menos el hombre, que es un gusano?...” (Job 25:1–6).

Zofar (Pájaro Gorjeador): Fue uno de los tres amigos de Job que fueron a consolarle por los infortunios que le habían ocurrido. Era Naamanita. En sus dos discursos Zofar acusa a Job de hipocresía y maldad. En el primero le dice: “Dios te ha castigado menos de lo que tu iniquidad merece” (Job 11:6). Y le exhorta al arrepentimiento: “Si tú dispusieres tu corazón, y extendieres a él tus manos...” (Job 11:13). En la segunda oportunidad acude a lo que él llama la experiencia “desde que fue puesto el hombre sobre la tierra”, según la cual, “la alegría de los malos es breve y el gozo de los impíos por un momento” (Job 20:4–5), y hace una descripción de los males que atacan a estos impíos, implicando que eso es lo que le está pasando a Job.

Después de los intercambios entre Job y sus amigos, éstos se callan, no sabiendo qué decir (“Cesaron ... de responder a Job, por cuanto él era justo a sus propios ojos” [Job 32:1]). Entra entonces en acción otro personaje:

Eliú (Él es mi Dios): Como no había sido nombrado entre los amigos de Job, ni se le menciona al final de libro, algunos piensan que fue un testigo casual de la discusión, que quiso dar su opinión. Su intervención no entra en el diálogo, pues nadie le contesta. Su discurso es más extenso que las intervenciones de los amigos de Job en conjunto. No contesta los planteamientos de Job, sino más bien es como si se adelantara en algo a lo que más tarde dirá el mismo Dios. Es difuso, muy reiterativo. Muchos piensan que no forma parte de la obra original, sino que fue añadido posteriormente. Ciertamente en términos literarios su calidad es inferior al resto del libro. Eliú acusa a Job de haber dicho: “Yo soy limpio y sin defecto; soy inocente y no hay maldad en mí” (Job 33:9). Pero la verdad es que Job había dicho: “Si yo me justificare, me condenaría mi boca; si me dijere perfecto, esto me haría inicuo” (Job 9:20). Pero acierta en señalar la dignidad que Dios da a los hombres, que les “enseña más que a las bestias de la tierra y [les] hace sabios más que a las aves del cielo” (Job 35:11). Habla de la gloria divina: “He aquí, Dios es grande, y nosotros no le conocemos, ni se puede seguir la huella de sus años” (Job 36:26).“El hace grandes cosas, que nosotros no entendemos” (Job 37:5). Este discurso sirve como una especie de transición a la intervención del Señor mismo, que hablará “desde un torbellino” con la palabra final.


IOT Introduction to the Old Testament



op. opere citato (lat.), en la obra antes citada

Versículos Clave

" (...)¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos?(...)"

Job 2:10


"Yo sé que mi redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo"

Job 19:25

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